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Terence Conran, el diseñador que cambió nuestra forma de vida antes de Ikea | Creadores | Diseño ICONO

Sencillo y útil. Terence Conran solía repetir estas palabras cuando se le preguntaba sobre su filosofía de diseño. Los británicos estudiaron en la Central School of Arts & Crafts y dieron sus primeros pasos profesionales en el mundo del arte y la vanguardia londinense, los primeros ritmos de arte pop de Richard Hamilton y Eduardo Paolozzi -su maestro y mentor-. Antes de cumplir los 30 demostró tener dotes de emprendedor: administró cinco restaurantes, fue presidente de una empresa de dos mil millones de libras y gracias a la tienda Habitat democratizó el diseño de Londres para el mundo.

Ahora la exposición El efecto Conran del London Design Museum -centro que fundó en 1989- y un libro, Terence ConranHacer Gran Bretañarecuperar la trayectoria creativa y vital de un hombre que se ha proyectado con éxito en diferentes direcciones profesionales: diseñador, emprendedor, filántropo y gurú de la estilo de vida. “Odiaba el término ‘gurú’, pero siempre creyó que si ofrecía a la gente cosas sencillas y útiles serían apreciadas”, dice Deyan Sudjic, director emérito del Design Museum de Londres y autor de la monografía sobre el diseñador.

Terence Conran en su estudio en 2011.
Terence Conran en su estudio en 2011.
luca hayes

“Sacó a Gran Bretaña de la austeridad que vino después de la Segunda Guerra Mundial. Todo, desde el acero hasta la comida, ha sido racionado y, gracias a Conran, el diseño ha pasado a primer plano. Durante las siguientes seis décadas, siguió desarrollando esta cultura del diseño”, dice Sudjic. La vida de Terence Conran reflejó los cambios que se estaban produciendo en esa Inglaterra donde aún resonaban las canciones de cabaret de Noel Coward. Su formación en esos años lo marcó profundamente. Estudió diseño textil con el artista Eduardo Paolozzi. Le fascinaba todo lo relacionado con la artesanía. Incluso creó su propio horno de cerámica para hacer sus piezas con líneas vanguardistas”, cuenta Deyan Sudjic.

Conran no era ajeno a las enseñanzas de la Bauhaus y sus principios. A la sobriedad del funcionalismo, el artista logrará agregar un acento más seductor. También estuvo influenciado por el trabajo de un creador como Charles Eames, arquitecto y diseñador, cuyo mobiliario fue una revelación para Conran en la década de 1950. El otro punto de inspiración fueron los viajes que realizó a Francia, Italia y España, donde descubrió un estilo de vida que conjugaba para él esa milagrosa combinación entre calidad y sencillez, idea que terminó exportando en sus futuras actividades gastronómicas.

“Terence Conran fue uno de los grandes nombres del diseño del siglo XX y XXI, especialmente por su contribución a la difusión y comprensión del diseño de objetos vivos”, afirma Pilar Vélez, directora del Museu del Disseny de Barcelona. “Creó el concepto de bienestar y confort en el hogar, dirigiéndose a un público con pocos conocimientos de diseño”, comenta la diseñadora textil Nani Marquina. “Gracias a su éxito ha generado una gran difusión del diseño a través de sus numerosas tiendas y sus productos, piezas con un nuevo estilo, muy útiles y fáciles de entender.” Este carácter visionario como creador y promotor comercial de un nuevo estilo en la vida cotidiana es su columna vertebral. El efecto Conran. La exposición rastrea, a través de una serie de experiencias creativas, el «efecto Conran» en la vida cotidiana de la Gran Bretaña contemporánea.

Un diseño textil de Terence Conran de 1951.
Un diseño textil de Terence Conran de 1951.Cortesía de Lady Conran

Es en ese Londres de principios de los sesenta, en torno al soufflé, la llegada de los Beatles y la minifalda de Mary Quant, y el Swinging London animado por modelos como Twiggy y Jean Shrimpton, donde Terence Conran se embarca en una de sus mayores aventuras empresariales. «Diseñó las primeras tiendas Mary Quant y la tienda Habitat, [la primera de lo que hoy es una omnipresente franquicia] un nuevo concepto de comercio y consumo”, dice Deyan Sudjic. “A través de Habitat influyó en el gusto de la sociedad británica”, destaca Pilar Vélez. Para el diseñador José Manuel Ferrero de Estudi (H) ac, su propuesta Habitat “fue una apuesta revolucionaria dentro del diseño cotidiano”.

Habitat, donde el público puede comprar cualquier cosa, desde una tetera de tres libras hasta una silla coleccionable de la firma Le Corbusier, se convertirá en uno de los íconos del Londres emergente a mediados de la década de 1960. Uno de sus éxitos fueron los catálogos, que en menos de una década pasaron de 30.000 a 150.000 ejemplares. Habitat reúne a una clientela aristocrática, bohemia y popular donde se puede ver al fotógrafo Lord Snowdon, marido de la princesa Margarita, a la actriz Anouk Aimée oa la pareja formada por George Harrison y Patty Boyd comprando una alfombra. Es en este hervidero paisaje social y urbano donde irrumpen otros míticos centros de la moda y el diseño: la tienda Biba fundada por la diseñadora Barbara Hulanicki, o la efímera Apple impulsada por los Beatles.

El catálogo de Habitat se ha convertido en un proyecto creativo por derecho propio.
El catálogo de Habitat se ha convertido en un proyecto creativo por derecho propio.michele radford

En la década de 1970, el Habitat Centre de Londres se convirtió en The Conran Shop, mientras que otras tiendas Habitat se extendieron por todo el país y posteriormente exportaron a todo el mundo. El interiorismo de sus tiendas, que ha recreado la atmósfera de un apartamento amueblado, constituye una presentación innovadora en el mundo del comercio. Otros descubrimientos de Hábitat fueron la comercialización de los hasta ahora desconocidos wok pan o edredones nórdicos, que según Conran «revolucionaron la vida sexual de Europa».

La creación de la Fundación Conran en 1981 y más tarde el Museo del Diseño de Londres marcan sus últimas décadas. “No podemos olvidar su contribución a la enseñanza del diseño, a la formación de jóvenes y futuros diseñadores”, recuerda Pilar Vélez. Para la diseñadora y presidenta de la Asociación Valencia Capital del Disseny, “su visión revolucionaria ha contribuido de forma decisiva a homogeneizar la estética. Terence Conran ha enseñado a millones de consumidores que los objetos cotidianos pueden ser hermosos y ofrecer comodidad a un precio razonable». «Todos los que nos dedicamos al diseño le debemos mucho, de alguna manera abrió las puertas al público», recuerda Nani Marquina. .

El diseñador siempre se ha jactado de que nunca produjo un objeto cuya modernidad se basara en un diseño pirotécnico que el paso del tiempo deja obsoleto. Conrad no se cansaba de repetir que «la gente no sabe lo que quiere hasta que se lo ofrecen». Ese principio rector que ha proyectado en todas sus actividades y que le ha dado excelentes resultados.

Don Potter le enseñó a Terence cómo construir un horno, así como los conceptos básicos de la cerámica y, lo que es más importante, le mostró las alegrías de hacer un objeto.
Don Potter le enseñó a Terence cómo construir un horno, así como los conceptos básicos de la cerámica y, lo que es más importante, le mostró las alegrías de hacer un objeto.Museo del Diseño

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